18 de enero de 2013

La entrada a 2013

Hola a Tod@s!!!

Siento muchisimo el retraso, pero lo cierto es que no he tenido casi tiempo para escribir entrada nueva, pero aquí estamos!!!

Hoy la entrada está dedicada a los famosos fuegos artificiales de Año Nuevo.

Ambientándonos y haciendo el bobo
en The Rocks, una vez aposentadas
Bueno, lo primero decir, que son increíbles, una experiencia inolvidable (en más sentidos de los que os creéis). Comienzo mi relato. 

Lo primero decir, que aquí no se acostumbra eso de las cenas de Nochevieja, así que fue un menú normal (tan normal que ni lo recuerdo). Había quedado con otra chica española a una hora prudente (las 8:30 pm) en el centro, para pillar alguna cervecilla para cerrar el año como se merece. Para empezar, había un fuerte control policial (estaba prohibido beber en la calle) eso si, ningún impedimento en comprar bebida en los bares y luego beber en la calle!!! Otro ejemplo más de la mentalidad bussiness de esta ciudad.

Just in the final countdown!
Al llegar al centro, primer impedimento, el bus me deja a tomar viento, ¿por qué? bueno, todo el centro cortado al tráfico, incluidos buses urbanos, aunque los fuegos solo estaban previstos en la bahía. Corriendo, me acerqué a una Liquorland, peeero, no hubo forma de convencer al de seguridad para que nos dejara comprar algo, parece ser que cierran la entrada al publico de las tiendas una media hora antes del cierre.

A todo esto, policía cada 10 metros, con caballos incluidos. Yendo para Harbour, un grupo de jovencitos iban cantando y riendo por la calle, y bebidos iban un poco, pero no como te puedas encontrar en España, digamos que iban en estado "contentillo" con el chispazo, vaya! Pues un aparente amable policía lo cogió de la nuca y se lo llevó arrestado! Anonadada me hallé en esos momentos!

And the show started
Ya en Cirqular Qay, a unos 5 minutos de Opera House, encontramos una tienda de vinos donde pudimos comprar unas cervezas, así que el tema de la bebida quedó solucionado. Ahora solo quedaba encontrar sitio para poder ver los fuegos de una forma al menos decente.

Qué ilusas fuimos!! Creímos que era una cosa de coser y cantar!!! Pues nada de eso. Todo el recinto de Cirqular estaba cerrado a cal y canto, con unas hermosas vallas, que para más inri, no se podía ver al otro lado. Estuvimos, entrada, por entrada rogando para que alguno de los seguratas nos dejara pasar. Pues bien, aquí el encanto no funciona. Al final optamos por alejarnos un poco de Cirqular, pero la estuvimos a punto incluso de saltar las vallas (la gente lo hacía, pero como bien que me conocéis, aquí la pato de Gabriela ni se lo planteó).

Our fireworks views
Al final oímos unos gritos multitudinarios, y como buenas españolas, cotillas hasta la médula, nos acercamos corriendo. Que sorpresa al ver que la gente estaba entrando por una puerta!!! La acababan de abrir!!! A lo que no fuimos a meter, mierda! CORDÓN POLICIAL A 10 CM DE NOSOTRAS!!! Lo cierto es que nos acojonamos, ya pensábamos que nos iban a apalear o a registrar o a cualquier cosa, porque la verdad es que tenían cara de muy pocos amigos! Después del momento pánico, vimos que la puerta de al lado la habían abierto, y los polis nos dejaron pasar. Aquello ya fue una celebración en sí! Habíamos conseguido entrar en una de las zonas en las que se podían ver los fuegos!!! Pero no os equivoquéis, aún no habían terminado nuestras andanzas!

Harbour Views
Empezamos a recorrer la zona, y nos dimos cuenta que no había ningún espacio abierto para poder ver los fuegos, así que nos adentramos más. Estábamos en The Rocks, justo enfrente de Opera, pero rodeadas de edificios que no dejaban ver la bahía. Nos fuimos metiéndonos más y más y de repente, no encontramos en medio de una masa, que no podíamos tirar ni para adelante ni para atrás. Así durante 15 interminables minutos. Al final optamos salir por la tangente. La peña se había sentado, así que dadas las circunstancias, a mover al personal que estaba sentado. 

Al final, a las 11 de la noche, encontramos un sitio perfecto, sin Opera, pero unas vistas espectaculares de la Bahía, justo debajo del puente. Ahí es cuando ya nos dimos por satisfechas. Y birra en mano (algo calentita, eso sí) nos dispusimos a esperar.

Y bueno, que os voy a decir, todas estas penurias merecieron la pena. No os puedo explicar la sensación, un cúmulo de sentimientos, pero sobre todo los fuegos son espectaculares, algo inolvidable y que no se si volveré a repetir, pero que desde luego ha quedado grabado a fuego en mi memoria.

Opera House, after fireworks
El retorno, bastante tranquilo, sentadita en el bus, y como buena españolita colándome de todo el mundo. Y al llegar a casa, a hablar con todo el mundo en España! que había que celebrar la entrada al 2013 también con la gente que quieres!!

Como recomendación personal, si a alguien le interesa saber, las mejores vistas son desde Botanic Garden, eso sí, hay que ir a la 1 de la tarde, y llevar bebida de forma disimulada!!!

  

Un Besazo enorme a Tod@s!!!!

5 de enero de 2013

Una Navidad al estilo aussie!!!

Hola a todo@s!!!

Lo primero de todo... FELIZ AÑO NUEVO!!! Y lo segundo, siento mucho la tardanza.

Hoy, en la entrada, os voy a escribir sobre cómo los aussies celebran la Navidad. En primer lugar, lo que más me extraño es que sólo celebran la Navidad el 25 de diciembre y Nochevieja. Eso que nosotros llamamos Nochebuena, en fin, que no saben ni lo que es... por no hablar de los Reyes Magos... Tan católicos como son, y ni idea. 

Bueno, os relato como funciona el tema de Navidad y regalos. El día 25, tocó madrugar, porque hay que hacer diferentes recorridos por las casas de los familiares para entregar y recoger regalos. Cabe decir, que cuando fuimos a casa de los nietos de mi familia, me sentía, literalmente, como Papá Noel con su trineo. En el coche en el que fuimos (un graaan todoterreno) no cabía ni un alfiler más. A los niños.... como decirlo, me perdi en el regalo número 20 (sólo de la abuela!!!)... Esto si que es el consumismo navideño elevado a límites que no me podía imaginar... Hasta una moto de motocross!!! Ojiplática me hallé ante esa situación. Después de una hora regalo para arriba y regalo para abajo, retornamos a nuestra casa, para recoger maaaaas regalos, porque claro, faltaba el resto de la familia. Después, ya nos encaminamos a nuestro destino para la comida de Navidad. 

Cuando llegamos, ya había unas 20 personas en la casa, pero es que aún faltaban otras 20 más por lo menos. En este caso, el proceso fue diferente. Cada parte de la familia iba dejando sus correspondientes regalos debajo del árbol de Navidad. Una vez todos reunidos, un miembro de la familia, con gorrete de Papá Noel y toda la parafernalia, empieza a repartir los regalos, bueno, mas que repartir, empezaron a volar regalos por todo el salón cocina. Imaginaros a unas 40 personas, niños incluidos, todas gritando, bebiendo y abriendo regalos!!!! Pues así, otra hora y media. Después de abrir todos los regalos, os puedo asegurar que había una montaña de papeles casi tan grande como el árbol de Navidad.

Tras el reparto, cada parte de la familia que aún tenia que seguir repartiendo se fue marchando poco a poco,  y al final para la comida quedamos unas 25/30 personas. La comida, como decirlo, extraña la verdad. Empezamos con unos mejillones (muy ricos) siguiendo por cochinillo asado, pavo y jamón ahumado. También hubo ensaladas y poca cosa más. Después de esto, que ya piensas, ya hemos terminado de comer... pues no, sacaron langostinos y ostras?!??!?!!?!?!  Nunca he probado langostinos más duros y salados que los de aquí!!! y nada, al cabo de 2 horas nos sacaron un poquito de helado y tarta (y yo pensando en mis turrones y polvorones, pero bueno, que se le va a hacer!!)

Y eso ha sido la Navidad en canguroland!!

Un beso a tood@s!!